Hace algunos años, a finales de los 90, cuando aún era joven, un conductor perdido por las antiguas calles de Roses me solicitó ayuda para salir del laberinto en el que se había aventurado.
Conducía un coche con matrícula francesa iba acompañado por su mujer y aún no me explico como logró adentrarse en la zona comercial, donde a esas horas el tránsito rodado no estaba permitido.Hablamos y le indiqué una posibilidad para salvarse de una multa segura, era un hombre de mediana edad que, me dio la impresión de que estaba recién jubilado, no preguntéis por qué, chapurreaba una mezcla de catalán y francés, nos entendimos bien.
Entonces el silencio se adueñó de la escena y mirándome a los ojos me dijo que hacía sesenta años su padre lo subió a lomos de una burra para dejar su pueblo natal, Roses, era la primera vez que volvía, fue un instante cargado de emoción que se rompió cuando su mujer le espetó cariñosamente algo así como otra vez no...se quebró la magia.
Sólo pude decirle Benvingut...y nada más, ignoro su nombre, donde vive, es uno de tantos, una historia anónima aunque imprescindible que se alejó buscando la salida al laberinto, supongo que ese día la encontró.
Hasta otra.
Conocer los caminos del exilio y sus protagonistas a través de la lectura, de audiovisuales, o de largas "xerrades" con el señor/a mayor, para luego pisar esos mismos lugares para imaginar o recrear lo que el imaginario ha creado es un excelente ejercicio para tener una ligera idea de qué fue aquello de la retirada. Y mucho mejor si se hace en un día invernal azotado por la tramontana a través, por ejemplo, de la carretera que une Portbou con Francia para reseguir la costa escarpada de la Catalunya nord, visitar Cotlliure, Elna, Argeles... Impresionante en Elna... Gran libro de Montellà (una dona que deu ser molt sociable ja que vam coincidir amb ella a la maternitat i com va veure que una amiga nostra va escriure una nota que mencionava que la seva filla es diria Elna, es va posar en contacte amb ella a través d'interntet). Doncs això, que no tothom que va exiliar-se era una magnífica persona ni no havia comès cap crim ni ... però les dones i nens que van patir aquella retirada i exili es mereixen que siguin recordades i tot el reconeixement del món.
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