Las salas de espera dan para mucho, os lo digo yo que en estos últimos meses he visitado unas cuantas, lamentablemente.
Un buen recurso para no pensar en la razón por la que ocupas una silla, en una hora y lugar determinados, es echar una ojeada a la mesa que tienes delante.Es posible que no la veas, suele estar sepultada por revistas y publicaciones de todo tipo, de una manera no muy original la podríamos describir como el cementerio de las revistas olvidadas.
En ocasiones, esa mesa nos brinda valiosos hallazgos en publicaciones que no sueles encontrar en el quiosco, este es el caso de un ejemplar de la Revista de Girona que cayó entre mis manos hace unos meses.
La Revista de Girona está editada por la Diputación de Girona y concretamente en el número 251 aparecía un reportaje titulado El Defensor de la Badia de Roses, os dejo el enlace de este interesante artículo firmado por Aida Lorenzo y Esther Llorenç.
El reportaje está dedicado a Leon Albert Charbonneau Vigny, un industrial e inventor francés, quien a sus 61 años se puso al servicio de la República, e ideó un sistema de alarma en la Bahía de Roses para detectar el paso de barcos enemigos y evitar el temido desembarco de las tropas sublevadas.
El artículo El Defensor de la Bahía de Roses es muy completo y nos presenta amplia documentación clasificada en su día como SECRETO.
Está redactado en catalán, si alguien tiene alguna duda o dificultad no dudéis en comunicármelo.
Hasta otra.
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Gran historia, la de Leon Albert Charbonneau. Lástima que su invento, según se interpreta de la lectura del estudio de Aida Lorenzo y Esther Llorenç, no llegara a ser efectivo, o por lo menos no se menciona nada al respecto. Gracias, Juanjo, por el enlace.
ResponderEliminarMario.
Parece ser que el invento funcionaba perfectamente en noviembre de 1938, aunque realmente el éxito del proyecto venía dado por conseguir comunicar la alarma inmediatamente, lo cual era imposible sin una linea telefónica directa entre Roses y La Escala que al parecer no existió.
ResponderEliminarDe todas formas invitaré a las autoras del estudio a que nos hagan una aclaración en este blog.
Gracias Mario.
Esther Llorenç, coautora del estudio y secretaria y portavoz de AFRF me ha pedido que copie aquí su comentario.
ResponderEliminarGracias Esther.
Persisten los problemas en este blog a la hora de publicar un comentario, estoy en ello.
Esther Llorenç dijo:
Si queréis más información sobre este tema la podéis encontrar en el libro que hemos escrito "Republicans represaliats pel franquisme. La causa contra l'AFARE i altres judicis". Albert Charbonneau no llego a terminar de instalar su invento en Roses. Pero su colaboración con la Republica casi le iba a costar la vida. Lo condenaron a pena de muerte y gracias a la intervención del consulado Francés en Barcelona, se salvo. Unos meses después de haberlo dejado salir, lo volvieron a buscar para interrogarlo i juzgarlo otra vez. No lo encontraron, había vuelto a Francia. Tenemos el consejo de guerra de esta persona, si alguna persona quiere consultarlo, nos puede llamar al. 680.39.59.33.
Esther LLorenç – Secretaria i portaveu AFRF.
Moltes gràcies per tot,
Esther Llorenç
Gracias, Juanjo. Gràcies, Esther, per les aclaracions.
ResponderEliminarMario.